A unos 43,6 kilómetros de Pamplona y a casi 43 kilómetros de Olite, se encuentra asentada en un gran meandro del rio Ega, por este municipio pasa el camino de Santiago.
Estella, Lizarra, Estella-Lizarra, tres nombres para una misma ciudad que lo es desde inicios del siglo XI, si bien el antiguo poblado que se situaba aquí data de muchos años atrás, sus nombre son reflejo de lo que hoy en día es, una ciudad plural. Por sus calles han pasado vascones, francos, judíos y otros pueblos y culturas, que han dejado su huella para dar a Estella-Lizarra su identidad llena de matices y heredera de un rico patrimonio.
En el siglo XV se la conocía como “Estella la Bella” y en la actualidad sigue haciendo honor a esta máxima, es ciudad románica que esconde palacios, casas señoriales, iglesias, convento, puentes y hermosos edificios que le ha valido el nombre de la “Toledo del norte”
Nuestra excursión comenzó visitando la Iglesia del santo sepulcro, cerca hay un aparcamiento y fue allí donde dejamos el coche, esta iglesia comenzada a finales del siglo XII y que se termino en el siglo XIV, en su portada si vemos las claves de las arquivoltas vemos ángeles portando los elemento de la pasión y coronando estas hay una talla de Cristo resucitado. Además de una escena de la Crucifixión, la Resurrección y el descenso de Cristo a los infiernos y la última cena.
Junto a la puerta hay unas figuras de un Obispo y Santiago.
Siguiendo por este camino llegamos hasta el puente de la Cárcel construido en 1973 ya que el primitivo románico fue volado por los liberales en 1873 (3º guerra Carlista) durante el bloqueo de la ciudad., tiene una apertura de 26 metros. Pero aun no lo cruzamos seguimos un poco más adelante justo al lado encontramos el convento de santo Domingo que hoy es residencia de ancianos la iglesia de estilo gótico, con ábside plano y contrafuertes.
Un poco más arriba Santa María Jus del Castillo se alza sobre el solar en el que estuvo emplazada la sinagoga Judía que fue cedida por el rey García el Restaurador a la Catedral de Pamplona en 1145, con una sola nave, en su exterior románica con galería de canecillos de decoración vegetal, a los pies una fachada barroca, añadida en la segunda mitad del siglo XVIII igual que la torre de ladrillo.
De ahí seguimos por la Rua Curtidores hasta llegar a la Plaza san Martin donde encontramos el antiguo Ayuntamiento con fachada barroca con columnas y pilastras clásicas con capiteles compuestos, en el piso noble se muestran dos escudos de la ciudad.
Justo al lado está el Palacio de los Reyes de Navarra que es sede del Museo Gustavo de Maeztu (siglo XII) con una fachada porticada, en la planta principal ventanas germinadas con capiteles de influencia oriental, las torres y la galería de ladrillo que rematan el edificio pertenecen al siglo XVII.
Hay unas escaleras construidas en 1968 que conducen hasta la Iglesia de san Pedro de la Rua llegando a la puerta de arco poli lobulado de influencia árabe (siglo XIII) pero con aportaciones decorativas románicas en encaje de carácter vegetal, geométrico y figurativo, con arpía, sirenas, centauros y grifos.
Una vez bajamos seguimos por la calle San Nicolás hasta llegar a la Puerta de Castilla es el único portal en pie de la ciudad medieval, si lo atraviesas sales de los límites de la ciudad.
Así que volvemos un poco sobre nuestros pasos hasta el puente nuevo el que cruzaremos hasta el centro urbano, pero no sin antes pararnos un poco en el parque para que el peque disfrute un poco, después callejearemos por el centro, pasando por la estación y adentrándonos hasta la Plaza de los Fueros, plaza que constituye el punto de reunión de la ciudad de ahí cogemos camino hacia la Iglesia de San Miguel
La Iglesia de San Miguel, se llega hasta ella desde la Plaza del Mercado viejo por unas escaleras que nos conducen hasta la puerta norte de la Iglesia, que pertenece a un románico tardío, del último cuarto del siglo XII, de la puerta norte destaca su cabecera con triple ábside semicircular y en el tímpano un Cristo en Majestad, al lado una torre que se alza sobre el crucero, realizada en ladrillo, realizado entre 1710 y 1718) la otra puerta es más sencilla.
Muy cerca de esta Iglesia nos topamos con la Calleja del Chapitel, un pintoresco paso que desemboca a la orilla del rio Egea, siguiendo por esa calle encontramos otro callejón curioso que también llega a orillas del río, continuamos hasta llegar al Puente de la Cárcel para cruzarlos y ya terminar nuestra visita a “la bella Estella”
¿Conocíais este pueblo? ¿Qué os parece?
Nos vemos en nuestro próxima escapada y recordar si no os queréis perder nada podéis seguirme también en Instagram @trasteandoconsoraya.
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